Sobre ARDER y tal y cual

Cuando el 8 de abril de 1994 encontraron el cuerpo sin vida de Kurt Cobain la nota que dejó antes de apretar el gatillo contenía una referencia a la canción Hey hey, my my (Into the black) de Neil Young, el verso “It’s better to burn out than to fade away” (Es mejor arder que apagarse lentamente).
Arder como símbolo de consumirse. Arder como símbolo de autodestrucción. Arder como símbolo de arrasar con todo. O no.
Young ha hecho varias declaraciones sobre el significado ese verso desde que editara la canción en 1979. John Lennon criticó duramente la canción. John no podía soportar que se hiciera héroes a Sid Vicious o Jim Morrison solo por el hecho de morir. “A mí me gusta la gente que sobrevive” diría el propio Lennon al respecto. ¿Morir = Arder? ¿Arder = Morir?
En cualquier caso no es este un texto que quiera indagar sobre las connotaciones de ese verso, el final de Cobain o la música rock y punk (y su contribución a la puesta en práctica de actitudes autodestructivas que puedan generar, cuanto menos, controversia).
Según la RAE, arder significa sufrir la acción del fuego. Pero según la misma RAE también se entiende como experimentar una pasión o un sentimiento muy intensos. Y también, si de estiércol hablamos, repudrirse produciendo calor y vapores.
Y si nos acogemos a dichos populares y metáforas varias descubriremos un arder infinito alejado sin duda de ese extinguirse rápido que quizás sí practicaron quienes nos legaron dichas palabras.
Y aquí es donde viene lo interesante (y quizás lo más difícil). Definir el ARDER de ese facerArder al que habremos de alimentar como hoguera que propicia luz y calor.
Olvidémonos por tanto del verbo. Ya que en este caso el verbo no se hizo carne sino llama. Llama que espera arder sin extinguirse. Llama, que como en prácticamente todas las prácticas místicas del ser humano, será sinónimo de memoria y conocimiento. Saltémonos pues las referencias a Prometeo, Lucifer, etc.
¿Qué es facerArder? (Hostia, ya era hora. Menuda chapa para llegar hasta aquí.)
Somos una revista. Un esperpento. Un dilema.
Somos un eco del eco del eco.
Somos, fuimos y seremos espacio y lugar seguro para quienes se animen a ayudarnos a que la llama no se apague.
Somos antifascistas, transfeministas , antirracistas, anticapacitistas, queer, …
Somos Revolución (te queremos, Úrsula K. Le Guin)
Pretendemos editar una revista en papel que podamos distribuir allá donde nos dejen expresarnos libremente (y donde no… ya nos dejarán). Pretendemos que eso se refleje la infinita red de redes que a veces puede ser una telaraña en la que solo podemos ser moscas.
Pretendemos que, además, ambas cosas solo sean el medio o vehículo para desarrollar otras tantas.
Ayúdanos a que la llama no se apague. Únete a facerArder.

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